lunes, octubre 16, 2006

INHUMAN LOS RESTOS DE CUATRO SEGADORES ASESINADOS EN 1936

Inhuman los restos de cuatro segadores asesinados en Ávila en 1936 Medio centenar de personas rindieron ayer un emocionado recuerdo a cuatro segadores de La Parra (Ávila) asesinados por un grupo de falangistas en agosto de 1936 (El Norte de Castilla, 14-10-06)

NORTE de CASTILLA/ÁVILA

Medio centenar de personas rindieron ayer un emocionado recuerdo a cuatro segadores de La Parra (Ávila) asesinados por un grupo de falangistas en agosto de 1936, durante el primer mes de la Guerra Civil, que culminó con el entierro de sus cuerpos en el cementerio de su localidad natal. Se trata de Santos Quitián de Gregorio, que tenía 50 años cuando fue fusilado por una partida de falangistas; de Pedro Fuentes Vázquez, de 39 años; de Galo Plasencia, de 40 años y de Rafael Fuentes González, de 27 años, todos ellos jornaleros y vecinos de La Parra, un anejo de Arenas de San Pedro (Ávila).
Estos segadores, según uno de los responsables del Foro por la Memoria de Ávila, Bruno Coca, se encontraban el 30 de agosto de 1936 en Bercial de Zapardiel preparando su regreso a La Parra después de haber terminado su trabajo de siega, informa Efe. «Entonces fueron sorprendidos y apresados por una partida de falangistas que les torturaron y asesinaron, enterrándoles junto a un pinar» situado en el paraje de Fuente de la Burra, en Bercial de Zapardiel.Coca recordó que los cuerpos de estos cuatro segadores «estuvieron enterrados a 177 kilómetros de su pueblo, borrados de la memoria colectiva, sin que ninguna placa recordase su memoria y siempre condenados al desprecio y al olvido».Gracias a una cruz
La exhumación de sus cuerpos, realizada en Bercial de Zapardiel el 27 de septiembre del 2003, fue posible, según Bruno Coca, gracias a «las dos cruces profundas realizadas con una hoz en dos pinos por uno de los compañeros de los segadores asesinados el 30 de agosto de 1936».También apuntó el responsable del Foro por la Memoria de Ávila que «todavía quedan otros cuatro vecinos de La Parra, también jornaleros, sin exhumar de una segunda fosa, ejecutados en 1936 y enterrados en Bercial de Zapardiel y otros municipios de La Moraña (Ávila).
El homenaje consistió en un breve responso en la iglesia de La Parra y una ofrenda floral y la lectura de varios poemas y un manifiesto del Foro por la Memoria en el cementerio municipal, donde fueron enterrados en un único nicho los restos de los cuatro jornaleros.