miércoles, octubre 18, 2006

BRIGADAS INTERNACIONALES


Las Brigadas Internacionales

• Voluntarios de medio mundo vivieron nuestra guerra civil como el primer combate contra el fascismo


Foto: CABA -->

Antoni Segura, catedrático de Historia Contemporánea y director del Centre d'Estudis Històrics Internacionals de la UB

El proyecto de memoria histórica impulsado por el Gobierno español y el proyecto para el memorial democrático del Gobierno de Catalunya han dado lugar a un debate viciado desde sus inicios. Desde la derecha se han alzado voces que acusan a los dos proyectos de revanchismo, de parcialidad, de secuestrar u olvidar la memoria de las"otras víctimas", de hurgar en una herida que es mejor cerrar para siempre. En definitiva, impedir el reconocimiento de las víctimas del franquismo.
Los argumentos fundamentales son tres: los republicanos también asesinaron a víctimas inocentes, determinados partidos y sindicatos republicanos conspiraron contra la Segunda República (revolución de Asturias, hechos de Octubre) y la guerra civil fue una tragedia colectiva, fratricida, en la que todos cometieron excesos.
VAMOS POR partes. En primer lugar, desde mediados de los años 80, han sido los historiadores profesionales --y no los revisionistas a sueldo del neofranquismo-- los que han puesto al descubierto la represión republicana durante los años de la guerra civil.
Es cierto que se cometieron excesos, especialmente en Catalunya, y que fueron asesinados muchos inocentes a raíz de la persecución religiosa que se desencadenó a partir de julio de 1936. Nadie lo niega, y durante décadas la memoria de esas víctimas ha estado presente en el discurso oficial de la dictadura, y la reivindicación de su memoria fue el eje central de la Causa General.

La dominación roja en España. Avance de la información instruida por el ministerio público (Madrid, 2ª. Ed., s.d. -1943-).Tampoco puede olvidarse, sin embargo, que la violencia fue la consecuencia directa de un intento de golpe de Estado militar contra un Gobierno legalmente constituido que desembocó en la guerra civil, y que la represión republicana se llevó a cabo en contra de las disposiciones de las autoridades legítimas, mientras que la represión franquista no solo contaba con la bendición del régimen, sino que fueron las autoridades militares y civiles las que la llevaron a cabo durante cuatro décadas.En segundo lugar, es obvio que determinados partidos y sindicatos republicanos consideraban la Segunda República como un paso previo a la revolución social que querían impulsar, y que durante el bienio negro intentaron forzar la situación para avanzar en aquella dirección; pero, en el momento decisivo, sus militantes tampoco dudaron en dar generosamente sus vidas para salvar la República. No puede decirse lo mismo de los militares golpistas, que desde el precedente del general Sanjurjo --1932-- se afanaban para acabar con la Re-pública e imponer una dictadura (fascista, para más señas). La diferencia fundamental entre el general Escobar (fusilado en el castillo de Montjuïc en febrero de 1940) y el general Goded (fusilado en el mismo lugar en agosto de 1936) es precisamente esta: mientras que el primero, a pesar de sus convicciones no republicanas, en julio de 1936 se mantuvo fiel al Gobierno legalmente constituido, como muchos otros miembros de la Guardia Civil y del Ejército, el segundo era el encargado de encabezar el golpe militar en Barcelona.Por último, a pesar de que no es una cuestión de magnitudes, la represión franquista fue muy superior a la republicana y siguió una vez acabada la guerra. Es preciso, pues, no confundir, interesadamente, las dos represiones. Nadie niega las injusticias cometidas en la retaguardia republicana, pero se exige recuperar la memoria de aquellas víctimas condenadas a la doble muerte del asesinato y del olvido y que todavía reposan en fosas comunes diseminadas por todo el Estado, especialmente en aquellos lugares en los que triunfó desde el primer momento el golpe de Estado.
El problema no es, pues, historiográfico, sino político y de justicia: rescatar del olvido a las víctimas de la represión franquista antes de que transcurra más tiempo y sean condenadas a desaparecer de la historia. Es en este contexto en el que se insiere el acto de este miércoles en el que el Gobierno de Catalunya rindió homenaje en el Palau de la Música a las Brigadas Internacionales con motivo del 70° aniversario de su llegada a Catalunya.Los supervivientes de las Brigadas Internacionales representan una generación de demócratas de todo el mundo que vivieron la guerra civil española como el primer combate contra el fascismo.
Miles de voluntarios vinieron a España para combatir junto al Ejército republicano. Fue uno de los episodios más bellos y trágicos de la guerra civil, porque la tercera parte de aquellos voluntarios murieron en España y sus tumbas permanecieron en el olvido durante décadas, diseminadas por los escenarios de las batallas en las que participaron.EN EL OTOÑO de 1938 dejaron España porque la Segunda República se plegó a la política de no intervención de las democracias europeas, lo cual no impidió que Alemania e Italia siguieran apoyando al Ejército rebelde.
Pero muchos no regresarían a sus casas, donde el fascismo había triunfado; otros lucharon en la segunda guerra mundial, y algunos fueron asesinados en la URSS, acusados de trotskismo. Los brigadistas fueron, quizá, los últimos idealistas del siglo XX que no dudaron en dar sus vidas para defender la Segunda Re- pública. Es, pues, de justicia rendirles hoy el homenaje que se merecen y no dejar caer aquel movimiento solidario en el olvido.